Transformación Digital en el sector agropecuario; ¿es posible lograrlo?

Desde hace algunos días, cuando escribí mi artículo sobre Transformación Digital en qué procesos se aplica, me quedé pensando que la mayoría de las implementaciones de la transformación digital se enfocan, sobre todo, en procesos empresariales tradicionales; tales como: Oficinas de Servicio al cliente como la de los abogados, comercio local e internacional, banca y seguros, entre otras.  Esto se fundamenta en el hecho que todos estos tipos de empresas manejan grandes volúmenes de datos claramente identificados; y, con una considerable facilidad de manejo al implementar sistemas y bases de datos diseñados para ello.

Otra característica que podemos encontrar en este tipo de empresas, que facilitan la transformación digital de sus operaciones, tiene que ver con los procesos que realizan.  Esto es porque, normalmente, las implementaciones que se realizan tienen un alto grado de reutilización de componentes de sistemas o procesos prefabricados; debido a que sus actividades o procedimientos son bastante estándares entre empresas del mismo sector.  Dicho de otra manera, una empresa de Banca y/o Seguros tiene procesos muy similares entre una y otra; sean de la misma localidad o de países diferentes.

Este mismo concepto aplica desde tiendas de comercio al menudeo hasta clínicas y hospitales; pasando por cualquiera de otras áreas o nichos empresariales.

Otro elemento característico de la implementación de los proyectos de transformación digital, para estos tipos de empresas, está relacionado con el bajo control de variabilidad de los factores relacionados con los procesos.  Dicho de otro modo, el comportamiento de los flujos de datos en una empresa de seguros va siempre desde la gestión de un cliente hasta que se termina la relación con éste; así también todos los procesos de soporte y de administración que se requieren para la gestión de su cartera de clientes.

En resumen, aunque la transformación de una empresa de comercio o servicio tradicional hacia lo digital tiene sus complejidades, éstas son las que mayor número de esfuerzos están dedicando producto de la necesidad imperante marcada por los niveles de competencia de mercado; y, en especial, por las necesidades producto de la tendencia de los clientes actuales, los cuales requieren de una atención más rápida haciendo uso de las tecnologías.

Es por esto por lo que, al cuestionarme qué áreas están quedando rezagadas en la tendencia de la transformación digital, me doy cuenta de que el sector primario no se ha involucrado en este movimiento, aún.  Más especialmente, las empresas agropecuarias y agroindustriales, las cuales tienen una baja penetración tecnológica.  Éstas aún se mantienen produciendo mediante los procesos aprendidos de generaciones; haciendo uso de experiencias y de sentido común.  Nuestra producción agrícola, al ser una producción mayormente enfocada al consumo local no cuenta con prácticas especializadas de control de las diversas variables que le permitan mejorar la calidad de los productos.

La variabilidad en los tipos de productos y procesos que existe en el sector agropecuario es muy amplia, haciendo que la incorporación de la tecnología digital que impacte en la producción sea compleja; mas no imposible.

Para entender un poco más la diferencia que hemos indicado que se presenta en el sector agropecuario podemos quizás entender que para un mismo rubro o tipo de producto las condiciones climatológicas que permitan lograr un producto resultante de alta calidad van a variar entre un sector geográfico a otro. Asimismo, las condiciones de calidad de suelo van a variar si el tipo de semilla de producto que se esté sembrando para lograr un resultado de alta calidad. esta complejidad provoca que la incorporación de tecnología digital considere algoritmos más complejos que los qué podemos tener en una empresa de comercio en general.

Aparte, si la producción qué estamos o que requerimos controlar guarda relación con ganadería de cualquier tipo, no sólo los controles climatológicos son importantes, sino la calidad del alimento sus variables de temperatura o incluso sus variables de vencimiento; de manera que nos permitan garantizar una carne resultante adecuada a los estándares que definamos.

Es importante destacar que, para poder aplicar la transformación digital en el sector agropecuario, es imprescindible definir y comprender lo siguiente:

  1. Toda finca productora, es una empresa; y, como tal forma parte de una cadena de suministro.
  2. El tipo de producto y las normativas y/o estándares asociados a la producción y correspondiente comercialización.
  3. La cadena de suministro en la que se encuentra la finca o empresa productora es particular para el tipo de producto que ofrece.
  4. Cada producto final tiene estándares de calidad que deben cumplirse, para los cuales deben controlarse desde las variables de inicio hasta los parámetros finales.

Estos cuatro puntos son importantes conocerlos para definir la estrategia de implementación de mecanismos de transformación digital que mejor aplique a la empresa agro-productora.

Por otro lado, en la actualidad, las empresas agroalimentarias se enfrentan a nuevos retos que son consecuencia de cambios importantes en el entorno, y que ya vienen vislumbrándose desde hace tiempo, como son, entre otros:

  • Las nuevas regulaciones en materia de calidad y seguridad alimentaria.
  • La creciente sensibilidad de la sociedad en materia de sostenibilidad y cuidado del medioambiente.
  • Los cambios en los hábitos de consumo de las personas (buscan alimentos más saludables) y la forma de compra (más online).
  • La necesidad de incorporar las Nuevas Tecnologías (TICs) a todos los procesos de la empresa como respuesta a una búsqueda de mayor competitividad y eficiencia.

La digitalización se presenta en estos momentos como un instrumento esencial para el impulso del sector agropecuario y forestal, ofreciendo nuevas oportunidades de desarrollo a través de la agricultura de precisión, la Industria 4.0, la gestión eficiente de recursos, los nuevos mercados locales o el acceso a mercados globales.

Hablar de esto en Panamá, es quizás pensar que es poco probable que pueda llevarse a cabo.   Nosotros creemos que es más probable de lo que se piensa; debido a que, hoy día, la tecnología que puede aplicarse ha ido reduciendo su precio y los medios para el procesamiento de la información se pueden obtener costos aceptables.

El sector agropecuario, en la actualidad, debe garantizar en primer lugar el derecho a una alimentación sana para todas las personas, ante una población global creciente y mercados más volátiles, es decir, la seguridad alimentaria; en segundo lugar, esto deberá hacerlo de forma sostenible, preservando el medio ambiente, la biodiversidad, el agua, el suelo, el aire y contribuyendo a la mitigación del cambio climático (a la vez que se adapta a sus adversos efectos en la producción); en tercer lugar deberá ser más eficiente en el uso de los recursos, para lo que necesitará recurrir a la innovación y especialmente, en el caso de la energía, a fuentes renovables; y en cuarto lugar, deberá hacer frente a los procesos de integración de la cadena alimentaria.

Es por ello por lo que la transformación digital en el sector agropecuario conlleva la generalización de sensores, utilización de mecanismos de Internet de las cosas y cloud computing, el conocimiento de los parámetros definidos por la industria alimentaria 4.0, implementación de agricultura de precisión, manejo de conceptos de “BIG DATA”, utilización de sistemas de apoyo a la decisión (DSS), manejo de las técnicas cognitivas en general o la “Inteligencia Artificial”.               

Sin el uso de los medios o dispositivos digitales, asociados a las iniciativas de transformación digital; y la correcta interpretación de las variables establecidas mediante el manejo de grandes volúmenes de datos (BIG DATA), el controlar los valores para lograr la calidad que los mercados hoy nos exigen, sería algo muy tedioso y complicado.

Hoy día la transformación digital del sector agropecuario resulta más que un deseo, es más un imperativo de alta obligatoriedad, si deseamos que nuestros productos lleguen a todos los mercados con la calidad que ellos nos exigen; haciendo que nuestros productores puedan ampliar sus horizontes; y así, mejoren sus condiciones de vida.

La transformación digital ofrece a las empresas agropecuarias toda una serie de oportunidades como son poder llegar de manera más directa a los consumidores proveyéndoles información precisa sobre los productos y los procesos de producción, un mejor aprovechamiento de insumos de producción con un uso mucho más preciso, la reducción de mermas e ineficiencias dentro de la cadena agro-productiva, la optimización en la toma   de   decisiones,   la   simplificación   de   procesos   y   tareas   administrativas   relacionadas a   la interoperabilidad  de  los  datos,  la  mejora  del  rendimiento  y  de  la  calidad  de  las  producciones,  el cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales; las cuales, son cada vez más exigentes.

Un artículo de la revista digital AgroInteligencia nos indica que algo que no debemos perder de vista, en la implementación de la Transformación digital del sector agropecuario es:

  1. Pensar que es más digital que transformación. No se trata meramente de incluir nuevas tecnologías ni combinaciones lineales de ellas en la parte productiva, se trata transformar el negocio y las personas que lo hacen posible.
  2. Plasmar su total confianza en súper expertos en Transformación Digital Agropecuaria. En esta situación hay algunos mesías de la Transformación Digital que prometen muchos beneficios en el corto plazo y sin esfuerzo.  No hay que perder de vista que “todo proceso de transformación”; y, en especial, la transformación digital agropecuaria, va a tomar tiempo.  No se logrará de un día para el otro; o, simplemente, colocando un sistema de gestión.
  3. Aplicar las mismas reglas que el mundo analógico. El mundo digital tiene otras claves de funcionamiento diferentes. Los nativos analógicos a duras penas conseguimos entender lo que están suponiendo estos cambios. Lo que hasta ahora nos ha servido, a partir de ahora puede que no, es más, la mayor parte puede que no.
  4. Olvidarse del componente psicológico. La Transformación Digital Agropecuaria no es solo tecnología, es también como afectan éstas al comportamiento de los dos hemisferios cerebrales de los que tienen capacidad de decisión en nuestro negocio, desde nosotros al cliente final. Y claro el cerebro tiene dos hemisferios el racional y el emocional. Pensar que solo contando los beneficios racionales nos van a comprar la idea es un grandísimo error.
  5. Dejar que otros te hagan todo el trabajo de aplicación en tu empresa. La última milla en el proceso de aplicación de la Transformación Digital Agropecuaria las vas a tener que hacer solo con el equipo de tu empresa, la última adaptación al negocio particular tuyo solo la puedes hacer tú, y nadie mejor que tú, y si no la haces se quedará sin hacer y de poco habrá servido haber recorrido previamente quizás cientos de millas y de haber gastado una fortuna.
  6. Pensar solo en mi eslabón de la cadena de valor. La Transformación Digital Agropecuaria afecta a todos los eslabones de la cadena de valor y no solo al propio, el negocio y sus palancas se redefinen totalmente y los cambios en cualquier lugar afectan a cualquier otro.
  7. Dejar en manos de departamento técnico la aplicación de la Transformación Digital Agropecuaria. La Transformación Digital Agropecuaria nace en la dirección y se ha de convencer uno por uno a todos los departamentos de la empresa y a sus órganos de dirección. La política de comunicación constante por parte de dirección y de vigilancia de ejecución de la hoja de ruta es absolutamente clave. El primer experto de la Transformación Digital Agropecuaria es el director general. Los cambios pueden ser tantos y tan profundos que van a requerir esfuerzos, a veces titánicos en comunicación.

Sabemos que, el tema de la Transformación Digital Agropecuaria es un tema muy amplio; por lo que esperamos que este documento sea la base que nos permita crear el camino para que nuestras empresas agropecuarias logren dar el salto hacia la tecnología en la Agroindustria 4.0.

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