Cataclismo Viral, ¿Extinción o Transformación Empresarial?

Hace un momento me encontraba armando la estructura de información para preparar una presentación para dentro de unos días después, cuando me vino a la mente aquellos eventos que, en la historia global, han provocado la evolución del ser humano.

Se presentaron a mi mente imágenes de la caída de meteoritos que, según dicen, provocaron la desaparición de la gran mayoría de los dinosaurios; así como la adaptación o transformación evolutiva de otros, los cuales persisten aún en nuestros días; aunque en un número mucho menor de cuando recorrían toda la tierra.

Después, se presentaron imágenes de la era de los glaciares, y ocurría algo similar.  Incluso, en este pasar de imágenes, el ser humano iba pasando de un estado evolutivo a otro.

Esto me llevó a plantearme la siguiente pregunta: ¿estamos pasando por un proceso de evolución?

Y, por supuesto que la respuesta fue afirmativa.

Sí estamos pasando por un proceso de transformación evolutiva; pero no a partir de este año.  Ya venimos inmersos en este proceso, al menos durante las últimas dos décadas; o, al menos, en las últimas dos décadas se ha acelerado.

Y, ni hablar de finales del año 2019 y todo el 2020; donde se ha venido a dar, lo que yo he llamado como el Cataclismo Viral.

¡Sí, Cataclismo Viral!  Porque, en este caso no han sido meteoritos, ni la furia enardecida de un volcán, o la fuerza devastadora de un terremoto; muy por el contrario, ha sido un ser tan diminuto que no puede ser observado a simple vista. 

¿Por qué decimos que es un Cataclismo?

Si partimos comprendiendo que el cataclismo puede ser interpretado como un desastre de grandes proporciones que afecta a todo el planeta o a parte de él; o, una alteración grande de la normalidad en el orden social o político; podemos ver que lo que el CoViD-19 ha venido a traer a nuestras vidas es un cataclismo.

Pero, a pesar de que ha afectado al ser humano, en cuanto a los parámetros de salud; quizás en ese ámbito, se pueda catalogar como catástrofe mundial y no como un cataclismo.  Claro, habrá quienes consideren algo diferente en este tema; puede ser una discusión que dejaría a los expertos en temas de salud.

En donde nos queremos enfocar, en este artículo, es en la afectación que la enfermedad CoViD-19 ha provocado en las empresas; y, por tanto, en la economía a nivel global.

Si bien es cierto que este contagio ha sido provocado por un virus al ser humano, esto ha provocado un impacto directo y agresivo a la economía global empresarial.

La obligatoriedad de disminuir la circulación humana reduciendo las operaciones laborales al ordenar el cierre de las empresas por varios meses, establecida por las políticas de los diversos estados, ha provocado que muchas empresas; especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas hayan visto afectadas sus operaciones, lo que las ha llevado a tomar decisiones críticas que, en algunos casos ha provocado que desaparezcan del ámbito empresarial.

Aunque la economía venía en un marcado descenso, no es sino la afectación provocada por el CoViD-19 que, la economía logra un descalabro abismalmente marcado.

En Panamá, se estima que puede provocar que el 2020 termine en números negativos, los cuales pueden llegar a ser mayores que los registrados en periodos anteriores.

¿Qué hacer?  Esta puede ser la pregunta que nos surge a todos.

Yo, en este caso, plantearía una pregunta diferente.

La pregunta que, realmente debemos hacer es: ¿extinción o evolución?

En este sentido podemos indicar que, un número considerable de empresas se han extinguido.  Han cerrado operaciones y desaparecido del ecosistema empresarial nacional.

La gran mayoría, por no tener la robustez necesaria para soportar los embates económicos provocados por 7 meses de paralización.  Estos 7 meses provocaron que estos negocios murieran producto de un ahogamiento sostenido y una inanición provocada.

Podemos decir que, estos negocios no tuvieron la oportunidad de lograr saltar la curva evolutiva necesaria para transformarse hacia una nueva raza empresarial; la cual aproveche las capacidades que ofrece las nuevas tecnologías.

En el lado contrario del espectro del ecosistema empresarial, encontramos a aquellas empresas que contaban con un ADN más fuerte, con una morfología económica que le dio una mayor capacidad para enfrentar los embates de este cataclismo.  Estas empresas tenían operaciones que le daban un soporte financiero que les permitió mantenerse vivas durante estos meses; no sin dejar de sentir las afectaciones económicas; las cuales, quizás, provocaron algunas pérdidas en sus operaciones.

Y bueno, existen una serie de empresas que lograron, luego de un proceso de transformación evolutiva, salir de estos meses en los que estuvimos en un proceso, equivalente al de la hibernación, con una propuesta diferente; ya sea, en su forma de operar o en su estructura.

Estas empresas lograron transformarse, lograron rediseñar su operación, trabajan totalmente diferente a como lo venían haciendo.

¿Cuál es la clave de esta transformación?

La clave es que lograron reaccionar a la situación, y decidieron invertir en herramientas que les permitieran operar de manera más eficiente, considerando las variables que se nos están imponiendo de trabajar desde casa.

Podemos decir que estas variables nuevas, en el entorno empresarial, nos ha llevado a todas las empresas a buscar la manera de lograr una Transformación Digital.

Pero, no una transformación digital que sólo lleve a las empresas a tener una tienda virtual, una presencia en redes sociales o adquirir plataformas costosas con almacenamiento en la nube.

Entonces, surge la pregunta, ¿cómo lo hicieron?

Estas empresas, sin importar su tamaño, han logrado enfocar sus energías transformacionales en tres (3) principales áreas:  Los Procesos, las Personas, la Tecnología.

Veamos un poco de cada una de estas áreas a transformar:

  1. Las Personas: al ser el principal activo de una empresa, es necesario dotar de herramientas que garanticen que las personas puedan desempeñar su trabajo en ambientes seguros; y, en condiciones seguras.  Por otro lado, las nuevas variables nos han obligado a que las personas adquieran nuevas habilidades que permitan que desempeñen sus labores de manera remota desde sus hogares.  Así mismo, en los casos en los que el personal se ha visto reducido, aquellos que aun continuaron sus labores, han tenido que desarrollar habilidades adicionales para asumir la carga laboral que les puede haber sido adicionada.
  2. Los Procesos: precisamente producto del manejo de las cargas que las personas deben desempeñar, y con la meta de mantener los mismos niveles de eficiencia o mejorarlos, los procesos deben ser revisados y optimizados, incorporando mecanismos que den soporte en la ejecución de las operaciones, que disminuyan la operación manual y que reduzcan la generación de errores.
  3. La Tecnología: la selección de las herramientas tecnológicas que mejor se ajusta a las capacidades económicas y técnica de la empresa, es un factor de éxito en el logro de transformar la operación, que estas empresas tuvieron.  Hoy, en día han surgido una serie de herramientas, a muy bajo costo, que permiten que las empresas de cualquier tamaño puedan tener acceso a las bondades del mundo digital.

En Digital Business Process estamos dispuestos a colaborarle en la identificación del mejor camino para lograr una evolución de su empresa; ya sea, en alguno de los aspectos arriba mencionados o en todos.

Esperamos que, con nuestro conocimiento y experiencia en cada una de las áreas, podamos servirle de socio estratégico en su proceso evolutivo; y, así salir de las fauces del Cataclismo Viral en el que nos encontramos.

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